domingo, noviembre 22, 2009

XXV. barcelona

Café "Las Violetas", 15 de Marzo de 2008, Ciudad de Buenos Aires, Argentina.





Era el día de nuestro café mensual. Una vez al mes nos juntabamos en el café Las Violetas a tomarnos un café como la gente y a ponernos al día sobre las andadas y situaciones del otro. Yo llegaba recién de un viaje de estudios y ella había renunciado hacía poco a un trabajo en el barrio de Once. Luego que mi amiga terminara de contarme sus aventuras de telegramas de renuncia y demás comencé a relatarle mis aventuras por la ciudad de Barcelona...

- Me fui a Barcelona y conocí a un hombre amoroso. Él se frotaba el dedo de la alianza pero era curioso que no tenía ninguna alianza en él. Y te digo que él sabía todo de la vida y sus besos estaban todos en su mirada. Igualmente, yo sabía más que él en ese entonces sobre la vida y el desamor pero no me importaba: yo quería estar a su lado. A los dos días de conocerlo, estaba yendo a la universidad con la ventana baja del taxi y el verano en el viento. Quería preguntarle al taxista por él y si le conocía pero, ¿cómo habría de empezar? ¿qué podía él saber?...


Continué la historia contándole de mis estudios cursados, de mis compañeros de piso en el departamento del centro y de mis noches de alcohol y descontrol por la ciudad. Pero lo que no le dije nada más de aquel hombre de la alianza que sabía todo de la vida y que tenía sus besos todos en su mirada porque yo sabía más, sí, yo sabía más... yo sabía que estaba ahora en Buenos Aires y yo seguía deseando estar a su lado...




El Barón McBeal.

jueves, noviembre 19, 2009

XXIV. karina


Ella mira hacia arriba y adentrandose
En una galaxia
Un fatídico viaje en barco a través de un mar norteño
Y sobre una ventana congelada
Ella escribe su nombre
Oh, hija, así es como ella se convirtió en

Karina,
Sigue tu camino y ten al pequeño bebé
Karina,
La más tosca de las toscas, pero una dama aún

Yo tengo todo el coraje
Que necesitaré
Me derretiré poéticamente sobre mis enemigos
El siglo está enfureciendose
Pero también nosotros
No importa lo que yo sepa,
Sé que tengo una sinfonía llamada

Karina,
Sigue tu camino y ten el pequeño bebé
Karina,
La más tosca de las toscas,
pero una dama aún


Alejándose de días oscuros
Mantente en el cielo, avioncito
Comparte mi apellido
Mantente en el cielo, avioncito

Sigue tu camino y ten el pequeño bebé
Karina,
La más tosca de las toscas, pero una dama aún
Karina,
La más tosca de las toscas…

El Barón McBeal.



lunes, noviembre 16, 2009

XXIII. el suertudo


Ciencia viste un traje nuevo

Para desayunar café, tostadas y huevos

Pero a la hora irse al cuarto evita las escaleras

Debido a dos piernas rotas

Llora y llora: “no puedo subir”

Siempre es la misma historia

Yo estaría más inclinado a ayudarlo

Si tan sólo él recordara mi nombre

Y estás triste y lo sentís

Sacalo todo afuera, ¿hacia qué estás corriendo?

Esta es tu oportunidad

Estate listo

Voy a tomar asiento

Oh, oh, oh

Yo, el suertudo.

Fe no puede llenar un salón de baile

Porque sus poderes declinaron

Pero en el concurso de belleza

Ella siempre se llevará el premio

Luz, luz, de un blanco pascual

Hay que hacerla rodar por el barro

Cuando llegue el momento de arrodillarse

Ella te dirá: “¡vos primero!”

Un hombre sabio una vez intentó decirme

Como azucarar la tumba

Pero el juego es sólo para adultos

Y yo no sé cómo jugar

Oh, oh, ¿a dónde he de ir?

Arrójame hacia el mar

Cuando el jarrón se quede sin caramelos

No me vengas a culpar a mí

Y estás triste y lo sentís

Bueno, sacalo todo afuera, ¿hacia qué estás corriendo?

Decile al mundo entero que estamos esperando

Voy a tomar asiento

Oh, oh, oh

Yo, el suertudo…




El Barón McBeal.

sábado, noviembre 14, 2009

XXII. peregrino

un poco de sangre y vómito sobre el asiento del auto
y un diente que yace aquí sobre mi regazo
"hermano, si estás hambriento pero no herido
sería el momento adecuado para parar y mirar el mapa"


peregrino, ¿en dónde tenés tu cabeza?
¿le estás pagando a los pájaros para cantar?
pero eso no va a funcionar en el camino de la verdad
donde a los desdichados les crecen alas

y si el antiguo conocimiento viniera dentro de botellas
yo le diría a mi terror a dónde ir
pero, entonces, no sé quién se encargaría de los platos rotos
porque yo estaría borracho tirado al costado del camino

peregrino, ¿en dónde tenés la cabeza?
¿le estás pagando a los pájaros para cantar?
vení a encontrarme en el camino hacia la verdad
estaré mareado de que me crezcan las alas

¡mis lágrimas, mis lárgimas!
mis pies descalzos pisando las tierras llenas de amor
temo sea el único camino


¡Peregrino!
¿por qué me mirás así?
mi desastre vino, hizo estragos y se fue
y me dejó al lado del camino
con mi sombra y una canción más

¡Peregrino!
¿por qué me mirás así?
mi desastre vino, hizo estragos y se fue
y me dejó al lado del camino
con mi sombra y una canción más




El Barón McBeal.